Todos los nunca se llegan…

La sentencia de La Rochefoucauld “La vida tiene retornos crueles” viene hoy, como anillo al dedo, a ciertos políticos y funcionarios públicos que, desesperados, comienzan a sentir la pérdida de los privilegios, las prebendas y los abusos de poder que, durante mucho tiempo, han promovido en perjuicio de la dignidad e inteligencia de los salvadoreños.

Será el “retorno cruel” para ellos volver a la “llanura”, ya sin el respaldo del poder y el dinero para chantajes y extorsiones políticas; y lo peor, con el agravante de haber cosechado el desprestigio y la indignación del Pueblo Salvadoreño. Lástima, por la triste herencia que harán a su familia. “Todos los nunca se llegan”, dijo alguien. Y si hasta Napoleón (que es mucho decir) tuvo su Waterloo, nada extraño será que, a corto plazo, los malos políticos, con mínimas excepciones, tengan también el suyo aquí, por el abuso de poder, la explotación/expoliación del Pueblo y el manoseo de la cosa pública.

Es el Pueblo con sus pasos de pie grande que, hoy por hoy, ha despertado y, gracias a la capacidad jurídica y honestidad de los Cuatro Magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ): José Belarmino Jaime, Florentín Meléndez, Sidney Blanco y Rodolfo González, ahora sí siente que llega la esperanza y, con ella, las verdadera reivindicación a la que tiene derecho y que antes le fue negada. Por eso, hay marcado respaldo popular a las resoluciones de la Sala de lo Constitucional, contrario al repudio creciente contra los Órganos Legislativo y Ejecutivo, contra el resto de la Corte Plena y sus seguidores interesados, por sus medidas y acciones antipopulares.

Desde hacía unos meses ya había señales, pero el vaso rebalsó contra estos funcionarios el 2 de junio, cuando, por decires, el presidente de ARENA creyó que venía la Ley de Amnistía y angustiado (¿?) “voló” a ordenarle a su jefe de fracción que a su vez ordenara a sus diputados votar por el Decreto 743, y que consiguiera los votos de las otras fracciones. Y lo logró, como logró también -por gestiones previas- que la orden llegara velozmente hasta el Ejecutivo, para una sanción también “flash”, sin las debidas revisiones y ordenando, además, la publicación en el DO, con fecha y texto dudosos. Según ellos, el Decreto 743 amarraría a la Sala de lo Constitucional, para que no emita sentencias que afecten los intereses de las cúpulas partidarias. Pero, el nefasto Decreto 743 es rechazado, mayoritariamente y con ira, por las organizaciones de la sociedad civil y, especialmente, por el grueso de la población honrada.

Hoy, visto el caos causado por la promulgación del antipopular e inconstitucional Decreto 743, todos se tiran la pelota. Nada de eso: del génesis, la promoción, la aprobación, la sanción y la publicación a tiempo record de dicho decreto, tienen responsabilidad compartida: las cúpulas de los todos los partidos políticos, el Ejecutivo y algunos Magistrados de la CSJ. Los tiempos sí han cambiado; por tanto, seguir atentando contra la inteligencia de los salvadoreños, como ha sido costumbre de parte de los malos políticos, será, sin duda, precipitar su ya inevitable suicidio político. Todos los nunca se llegan… y, como bien sentenciaban los sabios abuelos Lencas, atrás viene quien arrea…! (RAO).

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